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Paciente: Coco, perro carlino de 5 años

Caso clínico: detecció i tractament de leishmaniosi canina

Síntomas

Coco es un perro de raza carlista de cinco años de edad, que se presentó en nuestra clínica para tener importantes problemas de piel, incluyendo áreas de alopecia y dermatitis, especialmente en la región inguinal y axilar. No había más síntomas, Coco estaba animado y comía y bebía con normalidad. En base a los signos clínicos dermatológicos, se sospechó de Leishmaniasis.

La Leishmaniasis canina es una enfermedad infecciosa causada por el parásito Leishmania infantum. Su principal vía de transmisión es con la picadura de un tipo de mosquito llamado flebótomo. La incidencia de la enfermedad varía mucho en función de la zona geográfica, dependiendo de factores ambientales como la temperatura y la humedad, principalmente. En Cataluña, la Leishmaniosis es una enfermedad endémica, esto significa que tiene una elevada prevalencia y afecta a muchos perros cada año.

Los síntomas de la enfermedad son muy variables. Se pueden presentar alteraciones sistémicas, como una pérdida de peso progresiva, apatía, vómitos, diarrea, fiebre, ganglios linfáticos aumentados de tamaño y un aumento en la producción de orina y en la cantidad de agua bebida. Adicionalmente, se pueden ver síntomas dermatológicos, como alopecia, dermatitis, nodulaciones en la piel, mala calidad del pelo y de las uñas… Los ojos pueden presentar alopecía alrededor de los párpados, inflamación ocular y conjuntival, así como sangrados nasales y cojeras.

Diagnóstico

Para obtener un diagnóstico, procedimos a realizar varias pruebas que confirmaron la Leishmaniosis como agente causal de los síntomas que sufría en Coco. La detección de la enfermedad en un paciente afectado se basa en una combinación de examen físico general, analíticas de sangre y orina. Los análisis pueden presentar cambios como anemia, cambios en la cantidad de glóbulos blancos y plaquetas, así como signos de afectación de los riñones y del hígado, principalmente.

Una vez realizadas estas analíticas, si se confirma la presencia de Leishmania, debe determinarse si este agente infeccioso es el responsable de los síntomas y alteraciones analíticas que presenta el paciente, ya que, en el caso de la Leishmaniasis, infección no siempre es equivalente a enfermedad. La mayoría de perros tienen contacto con el parásito en algún momento de su vida, pero sólo una pequeña parte de los contactos se convierte en animales enfermos. Lo que determina si el animal sufre enfermedad o no depende principalmente de la capacidad de su sistema inmunitario para controlar y eliminar el parásito en el momento de la transmisión.

 

Las analíticas realizadas en el Coco permitieron descartar afectación renal o hepática, indicando que Coco presentaba una forma principalmente cutánea de la enfermedad.

Tratamiento

Generalmente realizamos unas analíticas especiales que determinan el grado de actividad de la Leishmania y, si éstos confirman que existe enfermedad activa, empezamos el tratamiento protocolario para eliminarla o, la mayoría de las veces, controlar la progresión de la enfermedad y de los síntomas que presenta el paciente.

En el caso de Coco, se inició el tratamiento específico para eliminar el parásito y reducir su capacidad de producir enfermedad. Por suerte, Coco ya no tiene síntomas de ningún tipo y se ha recuperado rápidamente.

ANTES

DESPUÉS

El mejor tratamiento es la prevención

La lluita contra la Leishmaniosi canina és principalment depenent de la prevenció. Prevenir la infecció sempre serà molt millor que tractar un pacient malalt.

Les estratègies de prevenció son, per tant, imprescindibles. La primera estratègia es l’aplicació regular de repel·lents antiparasitaris, per evitar la picada del flebòtom: com el mosquit és la principal via de transmissió de la malaltia, prevenir la picada és un pilar de prevenció fonamental. Aixoò implica l’ús de pipetes mensuals o de collars repel·lents.

La segona estratègia es basa en potenciar la capacitat immunitària del pacient un cop aquest ha estat picat pel flebòtom i se li ha transmès la malaltia. Quan més fort sigui el seu sistemia inmmunitari, més alta és la probablitat de que la Leishmània mai arribi a causar malaltia. La principal eina que tenim per potenciar la inmmunitat del pacient es la vacunació contra la Leishmània.

Aquests dos punts, combinats, fan que la transmissió i el desenvolupament de la malalatia siguin extremadament improbables. 

Quan no es prenen mesures de prevenció, i l’animal s’infecta i presenta malaltia activa, no queda més remei que iniciar el protocol de tractament: aquest es basa en la injecció subcutània diària durant un mes com a minim, i a l’administració de tractament oral durant 6 a 12 mesos, sense poder garantir una curació completa. Per evitar tot aquest procès i els riscos associats, la prevenció es importantissima.

La lucha contra la Leishmaniosis canina es principalmente dependiendo de la prevención. Prevenir la infección siempre será mucho mejor que tratar a un paciente enfermo.

Las estrategias de prevención son, por tanto, imprescindibles. La primera estrategia es la aplicación regular de repelentes antiparasitarios, para evitar la picadura del flebótomo: como el mosquito es la principal vía de transmisión de la enfermedad, prevenir la picadura es un pilar de prevención fundamental. Esto implica el uso de pipetas mensuales o de collares repelentes.

La segunda estrategia se basa en potenciar la capacidad inmunitaria del paciente una vez éste ha sido picado por el flebótomo y se le ha transmitido la enfermedad. Cuanto más fuerte sea su sistemía inmmunitario, mayor es la probabilidad de que la Leishmania nunca llegue a causar enfermedad. La principal herramienta que tenemos para potenciar la inmunidad del paciente es la vacunación contra la Leishmania.

Estos dos puntos, combinados, hacen que la transmisión y el desarrollo de la enfermedad sean extremadamente improbables.

Cuando no se toman medidas de prevención, y el animal se infecta y presenta enfermedad activa, no queda más remedio que iniciar el protocolo de tratamiento: éste se basa en la inyección subcutánea diaria durante un mes como mínimo, y en la administración de tratamiento oral durante 6 a 12 meses, sin poder garantizar una curación completa. Para evitar todo este proceso y los riesgos asociados, la prevención es importantísima

 

En el Centro Veterinario Salou te ofrecemos una campaña específica para prevenir y detectar la leishmaniosis canina. Mantén a salvo la salud de tu mascota de estos parásitos que pueden poner su vida en peligro.